Diversidades sexuales

Mi Socio y Los hermanos Cartagena (Paolo Agazzi, 1982, 1985)

Artes y Culturas

26 de abril de 2023

Denisse Calle Conde

María Ángela Huanca López

 

Afiche de Los hermanos Cartagena (1985). Fuente: Catálogo de afiches de cine boliviano (Cinemateca Boliviana, 2020).

 

Mi socio es una de las películas del director Paolo Agazzi. El guion fue trabajado por Raquel Romero, Guillermo Aguirre y el mismo Agazzi. La trama gira en torno a Vito (David Santalla), un chofer de camión y el Brillo (Gerardo Suárez), un niño ayudante, quienes viajan, desde el Oriente hasta el Altiplano boliviano en Mi Socio, apelativo que tiene el camión. La película es considerada como una de las representaciones de unión entre esos dos espacios bolivianos que parecían distantes, pero son cercanos. Esta idea es reforzada por la fotografía de la película que hace énfasis en los paisajes y la carretera con planos generales. Esta dicotomía también se visibiliza con el reencuentro entre los mismos habitantes. No por nada, Vito, que representa al adulto, aunque un tanto picaresco y descuidado, además de pésimo padre de familia, representa al occidente del país. Mientras el Brillo, huérfano de madre, se arriesga a salir de su natal Santa Cruz para encontrar una mejor vida en La Paz. El género de la película se inclina entre el drama y la comedia. También se ubica en el subgénero llamado road movie, o película de carretera, por el viaje realizado en la historia. Un reto en producción asumido por Raquel Romero, creando imágenes ya icónicas para el cine nacional y pequeños pasajes que resaltan la cultura de la región, en múltiples locaciones y con variados personajes.

Por otro lado, Los hermanos Cartagena (1985), del mismo director, con guion trabajado junto a Oscar Soria, es una producción basada en la novela Hijo de opa (1978) de la escritora Gaby Vallejo, quien conformó el equipo de colaboración en guion junto a Raquel Romero y Ute Gumz. Además, la escritora hace una pequeña aparición en la película. El contexto de la historia es el pueblo de Tarata del departamento de Cochabamba, alrededor de los años ’50-’80. La referencia central son los indicios de la Revolución del 9 de abril de 1952 y el estallido del Golpe Militar de Luis García Meza. Es el drama familiar de un terrateniente que abusa de su poder social, económico y también del cuerpo de “la opa”: una mujer indígena que, al no tener todas sus capacidades, sufre los abusos del hacendado, cuyo fruto es un hijo. Los Cartagena se enfrentan no solo a una posición de hijos legítimo o ilegítimo, si no, 30 años después, los dos hermanos se confrontan por posturas políticas. Juan José (Juan José Taboada) se convierte en uno de las cabecillas de los paramilitares, pieza fuerte que apoya el régimen militar dictatorial de los años ’80. En cambio, Martín representa a los obreros, quienes se manifiestan contra el régimen y son perseguidos por la gente de su hermano. Siendo una película de dicha época, alcanza a mostrar con éxito el ambiente correspondiente. En relación a este, se ve el gran trabajo en el área de producción de arte de la película. De igual manera en el montaje, que articula dos líneas de tiempo, una donde vemos la infancia y crianza de los personajes, y la otra donde ellos ya adultos, viven las consecuencias del tiempo pasado para poder contar la historia. 

A pesar de estas referencias, ambas producciones tienen un acercamiento en la línea temporal fuera de la ficción que cabe resaltar. Son producciones post dictadura militar y proceso de recuperación de la democracia en Bolivia. Por tanto, no es raro que la temática esté ligada a un entorno social y de cierta crítica al acontecer político del país. Por ejemplo, en Los hermanos Cartagena se marcan dos acontecimientos latentes y de cambios estructurales dentro la sociedad boliviana, la Revolución del ’52 y la Dictadura Militar de Luis García Meza en 1980-1981. En una entrevista recuperada, Paolo Agazzi manifiesta que en dicha producción intentó retratar la violencia, física, psicológica y sexual cometidas en las circunstancias y tiempos de dictadura. 

Sin embargo, al margen de ese primer filtro y composición de la historia para ser narrada, queda otro tema secundario, no en afán de categorizar los ejes temáticos, sino más bien de evidenciar el tema subterráneo que se entrevé en ambas producciones. En tal sentido, la representación y figuras femeninas habitan el espacio subterráneo. De manera aparente no cobran mucho protagonismo, pues en ambas producciones los roles de las mujeres se minimizan a los de esposa sometida del marido malo y déspota, o al de las hermanas –una “buena” y la otra desaparecida. Sobre estas últimas, dentro de la estructura de la película, una no cuenta con intervenciones significativas y, en el otro caso, incluso más lamentable, no vuelve a aparecer como adulta en el hilo de la historia. Eso evidencia la falta de consistencia con los personajes femeninos. 

Por otro lado, están las amantes, un lugar común otorgado al género femenino. En cada departamento que recorre, el chofer viajero en Mi Socio se encuentra con amantes. En el caso de Los hermanos Cartagena, el patrón convierte como tal a “la opa” al violentarla de manera reiterativa. No solo fecunda, también siembra el odio irracional de su vástago que termina matando a la mujer y es encubierto. Por tanto, se evidencia la doble impunidad ante la violencia sexual y asesinato de “la opa”. Si bien dicha representación es fiel a la novela en que se basan, desaprovechan la oportunidad de hacer una crítica a los problemas que develan a través de las imágenes crudas que logra crear durante la película, ya que no trabajan a profundidad en mostrar una conciencia interna acerca de las mismas. 

En las dos películas, las mujeres, de forma continua, se encuentran en un lugar de sumisión ante el hombre. El chofer Vito también somete a cada una de sus amantes temporales, no asume su paternidad y se desliga con unos cuantos regalos. No se refleja mayor consecuencia, lo que refuerza y valida su comportamiento. 

En cambio, e irónicamente, el Brillo sufre la ausencia de su madre, tal escenario igualmente desperdiciado al no ser profundizado. De nuevo, la figura femenina, en una producción de Agazzi, es ligada y casi definida con y para la maternidad. La mujer que viaja en Mi Socio recomienda al Brillo ser una buena persona, consejo para un adolescente alejado de su familia. Así también pasa con Isabel en Los hermanos Cartagena, quien, al irse de la hacienda de Tarata hacia la ciudad de Cochabamba, encarga de manera maternal a Martín: “Somos hermanos, no te vas a olvidar”. Al reencontrarse, después de más de 20 años, ella tiene la profesión de maestra. Continúa siendo un lugar de cuidado de la vida y dedicado a los demás. 

Esta clase de pestañazos muestra ese espacio subterráneo donde habitan las figuras y representaciones femeninas, en cámara y detrás de ellas. En ninguna de las dos producciones se apuesta a que una mujer sea un personaje antagónico. Al contrario, en ambas, las mujeres representan a seres por donde se filtra el sacrificio y pesar: mujeres violadas, engañadas, con la esperanza de ver a sus familiares detenidos, en el caso de Los Hermanos Cartagena. Definidas por sus obstáculos y traumas, sin posibilidad de superación o lidiando con la maternidad solitaria y a pesar de la picardía de Vito, en Mi Socio. En esta película, las mujeres amantes son sujetos complacientes con el hombre, que aceptan que, como este es viajero, no tiene más opción que continuar con su camino. Ahora, el cuidado de la vida cambia con Brillo y el accidente, después de ese hecho, el chofer se enfoca en cuidar al menor que viaja con él porque, más que su nuevo socio, es un menor que requiere cuidados. 

De esa manera, en las producciones mencionadas se puede observar el lugar subterráneo habitado por las mujeres, sus figuras y representaciones. Este texto no tiene el afán de alejar el contexto político y social que atravesaba el país en el contexto de la década de 1980, pero sí de cuestionar las representaciones que en este campo se hacen. Pues no deja de ser importante para visibilizar la necesidad de rescatar las presencias femeninas tanto en la ficción como fuera de ella. 


Ficha técnica Mi Socio 
Año: 1982.
País de producción: Bolivia.
Duración: 83 minutos.
Soporte: 35 mm. 
Color: Color.
Dirección: Paolo Agazzi.
Guion: Oscar Soria, Raquel Romero, Guillermo Aguirre, Paolo Agazzi.
Colaboración en guion: Ute Gumz, María Luisa Mercado.
Script y continuidad: María Luisa Mercado. 
Fotografía: Héctor Ríos. 
Asistente de cámara: Freddy Delgado, Daniel Quintana.
Fotografía fija: Ute Gumz.
Operadora de video: Tita Saez.
Asistente de iluminación: Gabriel Baez. 
Producción ejecutiva: Raquel Romero.
Asistentes de producción: Fernando Aguilar, Eduardo Guzmán, Guido Álvarez. 
Coordinación de equipo: Guillermo Aguirre. 
Secretaria de pre-producción: Sonia Vargas. 
Utilería y Vestuario: David Vargas, Máximo Limachi.
Movilidad: Fernando Díaz. 
Alimentación: María de Aguirre, Blanca Chuquimia.
Montaje: Claudio Cutri AMC.
Asistentes de post-producción: Raquel Romero, María Luisa Mercado, Ute Gumz.
Asistente de montaje y armado de bandas de sonido: Tomasso Gramigna.
Sonido: Gaspar Vera. 
Asistente de sonido: Guillermo Barrios.
Mezcla de sonido: Bruno Longobardo.
Música: Alberto Villapando.
Reparto: David Santalla, Gerardo Suarez, Juana de Fernández, Hugo Pozo, Carlos Sandalio, Miriam Villagómez, Guido Álvarez, Susana Hernández, Blanca Uría, Mariel Rivera, Wilfredo Zavala, Jaqueline Guzmán, Nancy Vargas, Guillermo Barrios, Nemesia de Montero, Guillermo Aguirre.  
Participación: Grupo “La Escalera”.

Sinopsis

La historia de la amistad entre un camionero y un niño limpiabotas quien se convierte ocasionalmente en su ayudante, cuando realizan juntos un viaje, desde el área agro-industrial de Santa Cruz hasta la alta hoya andina de La Paz, recrea el encuentro entre dos culturas y dos generaciones.

Equipo de rodaje de Mi socio (P. Agazzi, 1982). De izquierda a derecha, sobre el camión: Héctor Ríos, Ute Gumz, María Luisa Mercado, Raquel Romero, Gerardo Suárez, Óscar Soria, David Santalla, Guillermo Aguirre, Paolo Agazzi. De pie: Guillermo Barrios, Gabriel Báez, Gaspar Vera, Freddy Delgado, Máximo Limachi y el dueño del camión. Fotografía: ¿Daniel Quintana? Gentileza del director P. Agazzi.

 


Ficha técnica Los hermanos Cartagena
Año:  1985.
País de producción: Bolivia.
Duración: 105 min. 
Soporte: 35 mm. 
Color: Color.
Dirección: Paolo Agazzi.
Guion: Oscar Soria, Paolo Agazzi.
Colaboracion en Guion: Ute Gumz, Gaby Vallejo, Raquel Romero.
Novela e historia original: Gaby Vallejo.
Asistentes de dirección: Ute Gumz, Eduardo Rodríguez. 
Fotografía: Cesar Pérez.
Fotografía fija: Julia Vargas Weise.
Asistentes de cámara: Freddy Delgado, Daniel Quintana.
Iluminacion: Rafael Flores, Manuel Flores. 
Asistente general: David Vargas.
Coordinador de Equpo: Guillermo Barrios.
Productotra: Ukamau.
Producción: Fernando Aguilar. 
Secretaria: Sonia Pereira.
Asistentes de producción: Carlo Laserna, Raquel Velasco, Mela Marquez, Pilar Crespo, Roberto Rico.
Alimentacion: Maruja de Chevarria, Juana Condori.
Maquillaje: Leni Ballón.
Escenografia: Jose Bozo.
Post-produccion: Ute Gumz, Mela Márquez.
Montaje: Ursula West.
Asistente de montaje: Tomassi Gramigna.
Sonido: Antonio Gonzáles.
Asistente de sonido: Hugo Peredo.
Composición de la banda sonora: Cergio Prudencio.
Reparto: Edwin Morales, Juan José Taboada, Edgar Vargas, Melita del Carpio, Eddy Bravo, María Sánchez, Susana Hernández, Julia Rivero, Teresa Sierra Oscar Cortez, Willy Pérez, Jaime Aguilar, Niños: Alberto Cornejo y Serguei Kitaigorod, Emma Junaro, Gerardo Suarez, Héctor Trigo, Edmundo Villarroel, Ernesto Ferrante, Beatriz Vaca, Fernando Aguilar, Jorge Cardoso, Pedro Butrón, Hugo Gumiel, Juan Cruz, Elmer Cartagena, Claudio Ferrufino, Hans Murillo, Eduardo Torrico, José Bozo, Gaby Medrano, Roberto Pinto, Ana Guillen, Miguel Yaksic, Nicolás Cerrudo, Verónica Hernández, Ana María Bayro, Gastón Bolívar, Hugo Rocha, Gaby Vallejo, Emilio Zeballos, José Portugal, Rubén Gallardo, Mario “El Takateño”, Filomena de Contrata, Maruja de Chevarría, Guillermo Barrios, Marco Veizaga, Antonio Ossio, Gastón Ruiz.  

Sinopsis

Treinta años de la historia político-social de Bolivia. Crónica de una familia de terratenientes, que a raíz de la Revolución de 1952 comienza a disgregarse. Tres décadas más tarde el antagonismo ideológico de los hermanos Cartagena, los llevará a una brutal confrontación.


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