Diversidades sexuales

Entrevista a David Vargas Pérez

Artes y Culturas

8 de mayo de 2024

Entrevista a David Vargas Pérez

Dibujante, pintor, grabador, fotógrafo. Ex-docente de la Academia Nacional de Bellas Artes “Hernando Siles”. Graduado de la misma institución el año 1985.

...lo que se ha conseguido es un título de técnico superior y los institutos de técnico superior, no pueden tener una duración más allá de los 3 años. Ese es su límite de estudios y creo que ahí, la Escuela [de Bellas Artes] perdió una posibilidad de formación muy grande.”

alfredo coloma: ¿Cómo llegaste a la Academia Nacional de Bellas Artes “Hernando Siles”?

David Vargas Pérez: Tuve la oportunidad de trasladarme a La Paz en ocasión de presentarme al servicio militar. Buscaba algo donde podía, un poco, aprender algo de expresión plástica, dibujo, pintura. Lo único que me enteré en esa oportunidad era que había la (Escuela) Normal de maestros, que tenía la carrera de profesores de artes plásticas...yo en colegio tuve profesores de artes plásticas que la verdad, no era lo que yo buscaba, yo quería profundizar más. Yo vengo de un centro minero. Buscaba en algunas librerías, había muy poca posibilidad de conseguir algo muy especializado, pero lo poco que conseguía me ayudaba a conocer más sobre estas ramas de la plástica y otra de las posibilidades en la juventud, y en todo, podíamos recurrir a lo que ahora se llaman los cómics, las historietas, ¿no? Con los gráficos...llegaba al sur mucha revista de Argentina estas historietas de los superhéroes o fotonovelas, había de todo y era, digamos una fuente para poder practicar, copiar, emular el trabajo, intentando aproximarnos a algunos recursos técnicos, o modos de interpretar el movimiento, la expresión que era lo que yo buscaba... estando allá, terminando de salir bachiller uno casi siempre se queda a trabajar en el centro minero, pero tuve la suerte de que mi hermano mayor vivía acá en la paz y se informó que había la Escuela Superior de Bellas. Artes Entonces, a ojo cerrado, porque estando en el cuartel me encantó La Paz. Me vine y a principios de año (1976), empezaba los cursos y entrando a la Escuela, para mí fue muy gratificante, un impacto muy muy grato.

alfredo coloma: ¿Cómo era la academia en ese entonces?

David Vargas Pérez: No es, no era un ambiente de lujo era una casa de estas señoriales que había en Sopocachi, ya casi derruyendo un poco, no estaba muy bien mantenida las habitaciones se las convirtió en cursos, ¿no? Y se daban cerámica, impartían escultura, modelado, pintura, dibujo. Y también algunas clases teóricas como historia, estética, anatomía artística, ¿no? Entonces para mí realmente fue algo que me impactó, me gustó y era lo que estaba buscando, ¿no? Con sus limitaciones, pero era feliz, podía aspirar a lo que quería hacer.

alfredo coloma: ¿Cómo era la academia en ese entonces?

David Vargas Pérez: En los primeros años conocí a docentes muy buenos, sobre todo los profesores de cursos superiores, yo los iba viendo y me hice amigos con los alumnos de curso superior para ver qué es, cómo iba hacia adelante, ¿no? Primero habían algunas limitaciones se cambiaba mucho docente, ¿no? Y también había en algunos casos, digamos, tenía algún otro cariz de educación, de formación, como la (Escuela) Normal, ¿no? Como los colegios, los primeros cursos eran bastante parecidos, ¿no? Y los profesores nos daban tarea. En una escuela de bellas artes darte tarea es como decir, es como a mí en matemáticas, digamos, en colegio porque odiaba las matemáticas, si no me daban tarea, yo no hacía ejercicios, pero en algo que te gusta no necesitan darte tarea porque estás metiéndote a algo que lo vas a hacer toda la vida, casi, ¿no? Bueno, tratábamos de cumplir... algunos profesores tenían muchos recursos, a otros yo los veía con mucha limitación se cambiaba bastante, porque creo que dependían del Ministerio de Educación. Varios eran normalistas también, y otros sí tenían ya una carrera de lo que se dice ahora artista plástico, ¿no? Hacían exposiciones, gente que estaba muy vinculada a esta manera de expresarse con exposiciones, produciendo obra, obra personal y particular, ¿no? Y conocí a muy buenos artistas, que nos iban dando información. El profesor de historia del arte, que era Don Carlos Salazar Mostajo ha sido uno de los que más me ha hecho esperanzarme en la Escuela de Bellas Artes.

alfredo coloma: ¿Cómo se dirigía la Academia durante ese periodo tan complicado?

David Vargas Pérez: En principio, la dirección no le daba la importancia que esta institución requería obviamente tenía muñeca, estaba ahí porque era una persona conocida no sé si era de alguna institución, pero se dedicaba más a otras actividades que él, a la par, tenía y dejaba a la escuela en un segundo y tercer plano. En los primeros años, del primero al segundo, en el segundo más que nada, ya nos fuimos, o sea, sintiendo parte de un ambiente, donde no estábamos conformes con lo que se estaba haciendo, ¿no? Queríamos más. En esa oportunidad sabíamos que la enseñanza en la escuela era de cuatro años, ¿no? Y empezamos a plantearnos esa oportunidad estaban prohibidos los sindicatos y las organizaciones estudiantiles y todo eso, pero nos organizamos y creamos un centro de estudiantes y pues nos planteamos de solicitar mayor trabajo y un pedir que se amplíe a 5 años de estudio para tener un último año de especialización en una materia que a partir de tercero, casi, ya íbamos dándole mayor importancia por las aptitudes que cada estudiante iba adquiriendo, ¿no? O se iba inclinando hacia una especialidad, ¿no? y cosas que no se habla, no se plantea en los colegios, de técnicas diferentes técnicas, diferentes equipos, para trabajo para expresarse con obra, ¿no? Entonces, nos hicieron la guerra, como era normal en esa época en la que estábamos allá. Querían cerrarnos, nos querían limitar, nos querían deshacer el grupo que habíamos armado para pedir para solicitar, exigir cosas...Y en vez de hacer que se nos apagara la fuerza nos alentó a que insistamos y seamos mucho más contundentes hicimos protestas, cerramos la escuela, metimos candado, evitando que el director entre porque no era un director que trabajara en la escuela. Me acuerdo, se llamaba Gustavo Trigo, creo... Además de ser presidente del Club de Leones, creo, era también alguna autoridad en esta institución de los Boy Scouts, ¿no? Entonces trabajaba más con ellos que con la escuela... la dejaba así...profesores que no le gustaba, los sacaba, ¿no? Pasó con Óscar Daza, un excelente profesor de acuarela, que a mí me encantó la manera con que nos enseñaba pero no le gustaba, encontraba algún pretexto como para imponer y los sacaban y metían profesores a dedo... a los que, más o menos, seguramente, le convenía que trabajaran ahí.

alfredo coloma: ¿Se realizaron más acciones estudiantiles durante tu periodo de estudios en la academia?

David Vargas Pérez: Igual, otras circunstancias que se dieron en el transcurso de los años, por ejemplo igual se cerraron las escuelas por golpes militares, ¿no? El terrible fue el de García Meza (1980) Y en esa oportunidad, siempre se aprovechaban las direcciones de artes plásticas y ponían gente que era, o que podía, digamos, estar alineada al gobierno de turno, ¿no? Y se cerraron, a algunos profesores los sacaron, a Don Carlos Salazar lo obligaron a jubilarse, hicimos protesta, aunque no había que hacer, pero intentamos hacer algo. Y yo interrumpí, toda esa gestión (1980), que no duró mucho por suerte... Salimos a las calles también en esa oportunidad...No duró tanto como la de Banzer, ¿no? Ya la gente no aguantaba, ya salían más rápido que lo que entraban, ¿no? Igual la de Natusch Busch (1979) fueron terribles. Hubo una represión terrible, estuvimos en la calle, ¿no? Pero era lo que nos tocaba hacer.

alfredo coloma: ¿Cómo decidiste ser docente en la Academia?

David Vargas Pérez: Yo había egresado de la escuela y me interesaba, quería ser docente había hecho otras actividades durante...Mientras era estudiante tuve la posibilidad de conseguir trabajos muy afines a la especialidad plástica, por ejemplo hacía escenografías para obras de teatro, óperas en el teatro municipal pude trabajar así, elaborando algunos proyectos del arquitecto Juan Carlos Calderón eran muy plásticos los diseños de Juan Carlos Calderón, ¿no? Y también, me involucré con la fotografía en un estudio muy conocido, Estudio Eguino, que pertenecía a Antonio Eguino, también por ese lado, me involucré en el cine, ¿no? Haciendo trabajo de asistencia general, también pude hacer algunos guiones técnicos, como storyboards con los planos y las escenas, los cortes, todo lo que era el movimiento técnico de la película, ¿no? Encuadres, etcétera... Y de ahí que cuando entré a la escuela de bellas artes los primeros años estuve de profesor de pintura para primeros cursos Luego, me fui a especializar en Cuzco, en un taller de restauración de pintura de caballete y mural, ¿no? Por más o menos cuatro o seis meses, y ahí aprendí otras técnicas y un poco, el recuperar la obra prehispánica y colonial también de pintura aprender recursos para rescatar la historia del arte de la colonia y también algo de pintura mural y recuperando algunos murales de Iglesias trabajé, volviendo del Cuzco, pude trabajar como fotógrafo del departamento de catalogación de patrimonio artístico de lo que ahora vendría a ser el Ministerio de Cultura que era el Instituto Boliviano de Cultura, ¿no? Que se ocupaba de documentar y recuperar y catalogar todo lo que era la pintura precolombina y colonial, ¿no? Y republicana también, de manera que eso fue para mí una información y formación dentro de lo que era la historia local y de las intervenciones extranjeras, ¿no? De España, de Portugal y por ejemplo, conocí obras como la de Vitti, ¿no? Que era un italiano que trajo el manierismo, o sea, había obras de él... estaban obras que venían hacerse acá en el lugar, con grabados que venían de Europa, ¿no? De Rubens, de Rembrandt, ¿no? Reproducir la iconografía cristiana, ¿no? Que es un mundo increíble de documentación. Entonces tuve mucha suerte de involucrarme así en áreas que eran muy afines por el trabajo con la imagen, sobre todo, ¿no? Y también trabajé en empresas publicitarias. Es un chiste, la publicidad es copiar todo lo que viene siendo las grandes empresas publicitarias del mundo y tratar de volverlas un poco más locales, nada más, ¿no? Entonces, muchas veces ni siquiera podíamos plasmar nuestro trabajo, sino copiar, cortar algunos de revistas especializadas y pegarlas, éramos los "pegotines" nos llamábamos... Colábamos... y letritas, ¿no? Hacíamos letras de letras-sets y demás cosas... Pero, enriquecía, digamos el recurso mecánico, técnico y eso me servía para también transmitir... Ya cuando fui docente sabía que se puede hacer todo, ¿no? Todo. Y puede ayudarte para conseguir más material, más recursos y lograr lo que estás realmente buscando, cuando estás buscando realmente lo que quieres, ¿no?

alfredo coloma: ¿Cómo fue tu experiencia con los alumnos? ¿Eran personas comprometidas?

David Vargas Pérez: Sí había gente muy comprometida, alumnos increíbles, excepcionales y del otro tipo de alumnos, también, que estaban por estar y no les interesaba trabajar no querían aprender ni la técnica, estaban contentos con lo que tenían y hacían y no se les podía exigir más, ¿no? No es un colegio, ¿no? No se les puede aplazar. Yo siempre he sido…no me gusta evaluar, eso no se evalúa, ¿no? Muchas veces yo he dicho, ponte una nota, la máxima que merezcas y la mínima que merezcas entonces, algunos exageraban en la máxima y se ponían otra cosa pero la media siempre daba una nota que se aproximaba a lo que se merecía, digamos, ¿no?

alfredo coloma: ¿Por qué dejaste la Academia de Bellas Artes?

David Vargas Pérez: Salí de la escuela cuando me quisieron inventariar mi equipo de fotografía, sin previo aviso... Yo lo llevé porque quería enseñar, no tenía en la escuela un equipo aceptable como para enseñar fotografía. Y yo sí tenía, porque de muy chico me interesé en la foto. Aprendí con un tío que estudiaba fotografía por correspondencia y cuando se fue a la Argentina, yo le compré su equipo porque no se lo iba a llevar, entonces desde ahí lo tengo. Alguna vez todavía queremos hacer algo de fotografía analógica y tal vez lo hagamos pero, lo que no acepté era que me hicieran esto en la escuela, ¿no? Lo llevé de muy buena gana para trabajar y que el funcionario venga y me diga que todo lo que estaba en la escuela era de la institución y que si yo no presentaba facturas, el equipo se quedaba. Yo refuté y le dije si la institución me presenta facturas de este equipo que está acá, yo se los dejo, pero si no tienen facturas, no es de la institución. Entonces, lo que hice fue una carta donde desglosaba todo lo que me pertenecía, ¿no? Y, obviamente, había otro legajo del activo fijo de la escuela que sí había, dónde estaba lo que, sí, la escuela tenía, que era mínimo. Entonces, pedí a los colegas que me respaldaran con la firma, los que consideraban y conocían que era ese mi equipo y también los alumnos con los que trabajé y ellos sabían que aquello había llevado yo, porque lo hicimos desde las paredes y desde la instalación eléctrica, todo hicimos gracias a una subasta y una kermesse que armamos para conseguir fondos. Entonces me respaldaron con eso eso usé como descargo ante la dirección del Ministerio de Cultura, así se llamaba ya esa vez y agarré mis cosas y me fui a mi casa.

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Para leer la entrevista completa descárgala en este enlace >>>>Entrevista a David Vargas Pérez


La presente entrevista forma parte de una serie de entrevistas exhibidas en video durante la exposición Cedición expuesta de diciembre de 2023 a marzo de 2024 en el CCELP, las y los artistas dejan conocer sus experiencias como estudiantes de arte y su confrontación con el complejo mercado laboral en el que se insertan. Accede a las ocho entrevistas.


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